El Defensor del Menor de Andalucía, también Defensor del Pueblo, ha ofrecido hoy la Conferencia Inaugural del Congreso de Pediatría Social que se celebra estos días en Almería, donde ha resaltado la importancia de introducir en el debate social y político los problemas de la infancia.

Durante su intervención, Jesús Maeztu, ha incidido en los problemas relacionados con el trastorno de conducta en los menores, que, según ha destacado el Defensor, es “un problema grave, por su incidencia actual, y preocupante, por los indicios reveladores del incremento que está experimentando dicha incidencia entre los menores andaluces”.

Los menores con trastornos de conducta se han convertido actualmente en un problema social complejo y heterogéneo, cuyas consecuencias trascienden a las propias familias para recaer también sobre el vecindario, la escuela, el sistema sanitario o, incluso, los Tribunales de Justicia.

Actualmente las familias que afrontan este problema sufren las consecuencias personales, familiares y sociales del propio comportamiento del menor y, además, el derivado de la incapacidad de la Administración para ofrecerle recursos eficaces con los que afrontar el problema una vez que la familia se ha visto desbordada por la situación.

Por ello, el Defensor del Menor de Andalucía ha insistido en la necesidad de una mayor implicación de la Administración de Servicios Sociales, la Educativa y la Sanitaria, y, entre la Administración con competencia en materia de Justicia juvenil y la Administración sanitaria, en este caso, para optimizar la atención que se ha de prestar a los menores con problemas de salud mental que cumplen o han cumplido una medida de internamiento.